La paz de La Oma no tiene
ningún ingrediente secreto
más que el más puro respeto
por la calma que sostiene
cada vez que alguien viene
a descansar a la oma
es tan bello lo que asoma
y la paz que aquí consigue
que el recuerdo lo persigue
y sonríe sí lo menciona.
El tiempo y la distancia
nunca fueron absolutos
porque estos dos atributos
de tremenda relevancia
que según la circunstancia
hacen cambiar al que mira
y en La Oma nos inspira
a agudizar el sentido
y en un tiempo detenido
ver la magia que respira
Amanecer aquí es distinto
no nos apuran las horas
con las calandrias cantoras
con el gallo y con su instinto
sale el sol de su laberinto
y con la luna firma el empate
cuando ceba el primer mate
mientras pasan las cebadas
se siente el olor a tostadas
y hasta algún corazón que late
Nuestra paz no tiene ciencia
sino que más bien es un arte
es la forma de cuidarte
y es cultivar la paciencia
es amor por la excelencia
es respetar la emoción
es escuchar la canción
que nos resuena en el alma
es saber que de esta calma
nace siempre una ilusión